Mitos y realidades sobre el intestino
Alrededor del 70% de nuestras células inmunitarias se encuentran en el intestino. Sin embargo, la gente suele descuidarlo: la mala alimentación y la falta de ejercicio suelen causar problemas a nuestro intestino.
Además, muchos mitos relacionados con el intestino conducen a comportamientos poco saludables. Por ejemplo, durante la inanición, se habla de la excreción de «productos de desecho» que se acumulan en el colon y se atribuye al estreñimiento la aparición de hemorroides. Resulta que una persona parece intentar cuidar su cuerpo pero, provista de este tipo de información errónea, sólo se perjudica a sí misma. No se necesita mucho tiempo para proporcionar un apoyo completo a los intestinos: hay que saber cómo hacerlo correctamente.
Mito 1. Limpiar el intestino regularmente
¡Y esta afirmación no es válida! No hay «escoria» que se acumule en el intestino, y no es necesario eliminarla. Sin embargo, el ayuno ocasional puede ayudar a restablecer el equilibrio de los intestinos. Especialmente en el caso de la diarrea, es útil dejar que los intestinos descansen durante unos días para que se recuperen y se fortalezca su flora intestinal.
Mito 2: Los probióticos favorecen la microflora intestinal
Así es. Existe una distinción entre los probióticos naturales del chucrut o de los productos lácteos fermentados y los probióticos sintéticos, como ciertos yogures probióticos mezclados con bacterias lácticas especialmente resistentes. Sin embargo, los productos de yogur no son «curas milagrosas», como suelen prometer los anuncios.
Mito 3: Las bacterias de los probióticos viven más tiempo
Así es. Principalmente, los alimentos probióticos contienen bacterias lácticas resistentes al ácido, por lo que un número significativamente mayor de ellas sobrevive y llega al intestino. Sin embargo, para que tengan un efecto más allá del chucrut y el yogur natural, hay que consumirlos a diario.
Mito 4: Los antibióticos afectan a la flora intestinal
Los antibióticos favorecen el crecimiento de los hongos Candida (levaduras) en el intestino, pero el efecto es temporal. Si se produce diarrea, tomar probióticos puede reducir los efectos secundarios del antibiótico. Por lo tanto, los antibióticos deben ser recetados por un médico sólo si están estrictamente indicados.
Mito 5: La cola y la sal ayudan a combatir la diarrea
No es cierto. Empeorará la diarrea. Es mejor ayunar durante unos días y dar al cuerpo bebidas electrolíticas (agua combinada con un poco de sal y azúcar) para equilibrar el balance mineral.
Mito 6: El estrés puede causar diarrea
Así es. Una vida estresante afecta a cómo te sientes y puede afectar a la enfermedad. Así, la diarrea no es infrecuente durante el estrés. Sin embargo, el estrés no es lo único que provoca enfermedades y dolencias como las úlceras de estómago, el síndrome del intestino irritable o la diarrea. Por el contrario, los problemas intestinales pueden tener un impacto directo en la psique. El intestino produce el 95% de la serotonina, la hormona del buen humor, y otras hormonas. Tómate tu tiempo para comer e ir al baño.
Mito 7: La lactancia afecta a la flora intestinal del bebé en el futuro
Así es. Hay hasta 50 microorganismos diferentes en el intestino grueso. La lactancia materna, entre otras cosas, puede afectar a la forma en que se descompone esta composición.
Mito 8: El cáncer de colon no se puede prevenir
No es cierto. Al principio, sólo crece un pólipo benigno en el intestino, que puede convertirse en un tumor maligno en un plazo de 7 a 10 años. Puede detectarse a tiempo y eliminarse con exámenes preventivos regulares.
Mito 9: Muy poco líquido provoca estreñimiento
Sí, es cierto. Puede ser cierto, especialmente si se consume mucha fibra. Estos componentes difíciles de digerir, combinados con una alta ingesta de líquidos, aumentan las deposiciones y, por tanto, ayudan a la digestión. Sin embargo, beber demasiado poco tendrá el efecto contrario. Es esencial beber un vaso de agua o té sin azúcar repetidamente a lo largo del día. Incluso puedes tener un plan que especifique cuándo y cuánto vas a beber, pero al menos 2 litros de agua o té a lo largo del día.
Mito 10: Si tienes diarrea, debes comer mucha fruta
No es cierto. Los alimentos crudos pueden provocar gases y fermentaciones, incluso en personas sanas. Por lo tanto, si ya tienes diarrea, es mejor preparar la fruta con antelación porque contiene menos ácido después de la cocción y es más fácil de digerir. En principio, debes evitar la fruta después de las 16 horas, aunque no tengas ninguna molestia en particular.
Mito 11: El chucrut es bueno para el intestino
Así es. La col blanca fermentada en conserva proporciona una digestión normal. Las bacterias del ácido láctico que contiene crean un entorno saludable y resistente a los patógenos. Sin embargo, el chucrut no debe enlatarse después de un tratamiento térmico, ya que el calor hace que las bacterias del ácido láctico mueran.
Mito 12: La flatulencia es hereditaria
En parte es cierto. La flatulencia puede estar causada por una enfermedad enzimática, como la intolerancia a la lactosa. Pero las legumbres, como las judías, la col, la cebolla y el ajo, contribuyen a la producción de gases. La falta de ejercicio o el embarazo también pueden provocar flatulencias. Cambiar la dieta por alimentos bien tolerados, beber menos cerveza y entrenar y, si es necesario, modificar los hábitos alimentarios, puede proporcionar alivio. En este caso, una dieta sana y el fortalecimiento de la flora intestinal cobran especial importancia.
Mito 13: El estreñimiento provoca hemorroides
Sólo en parte. En el caso del estreñimiento, una dieta poco saludable con poca fibra y la falta de ejercicio, la retención de sangre hace que los vasos arteriales y venosos del ano se agranden. Suele notarse por el picor anal y la aparición de una hemorragia de color rojo intenso durante la defecación.
Lo que perjudica al intestino
Los siguientes hábitos alimentarios y aspectos del estilo de vida deben ser limitados o completamente tabú:
- Café: contiene ácidos, aceites y aromas. La cafeína que contiene tiene un efecto diurético y estimula no sólo la circulación sanguínea sino también los intestinos. Un consumo excesivo también puede dañar la mucosa del estómago.
- Fumar: El consumo de cigarrillos daña las membranas mucosas del tracto digestivo. Fumar retrasa la digestión, provoca acidez y gastritis (inflamación de la mucosa gástrica).
- Alcohol: favorece la producción de jugos gástricos, y también puede causar acidez y contribuir al cáncer de colon.
- Especias picantes: estimulan en exceso la salida de saliva y la producción de jugos gástricos y pueden provocar acidez y reflujo.
- Ciertos medicamentos: pueden dañar las mucosas. Por ejemplo, los medicamentos reumáticos o el ácido acetilsalicílico pueden provocar hemorragias en el estómago, y la toma de antibióticos destruye la flora intestinal. También se sospecha que los inhibidores de la acidez gástrica inutilizan la barrera protectora natural que provoca el ácido del estómago, por lo que es más probable que perjudiquen que ayuden.
- Falta de actividad física: La falta de ejercicio y el hecho de permanecer sentado durante mucho tiempo provocan estreñimiento porque los alimentos se transportan más lentamente.
Fuentes
- https://health.clevelandclinic.org/9-amazing-weird-facts-gut/
- https://www.healthline.com/health/digestive-health/things-your-gut-wants-you-to-know
- https://www.kelloggs.co.uk/en_GB/nutrition/benefits-of-fibre/facts-about-our-gut.html
- https://www.nccih.nih.gov/news/events/4-fast-facts-about-the-gutbrain-connection
- https://atlasbiomed.com/blog/common-gut-health-myths-debunked/